Artista - Proyectos
8 Desconocidxs (2018)
8 Desconocidxs es un proyecto de intervención escultórica realizado ex profeso para el Jardín del Recuerdo del Parcemasa (Parque Cementerio de Málaga) con motivo de la 1ª Convocatoria de intervenciones artísticas en el Parque Cementerio San Gabriel en 2017 de la Facultad de Bellas Artes de Málaga.
La inauguración de la exposición :four reasons: el jardín y su doble tuvo lugar el 4 de octubre de 2018.
La inauguración de la exposición :four reasons: el jardín y su doble tuvo lugar el 4 de octubre de 2018.
Fotografías: Anaís A.D.
Publication para el catálogo:
Aquí arriba
<< Hace mucho calor, suenan las chicharras…
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…y otra hoja seca se desliza sobre los ocho desconocidos. >>
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…y otra hoja seca se desliza sobre los ocho desconocidos. >>
En la antigüedad, los romanos tenían por costumbre aplicar la Damnatio memoriae[1] o la llamada <<condena de la memoria>> a aquellos enemigos del Estado una vez que habían muerto. Dicha práctica consistía en borrar cualquier recuerdo del condenado (monumentos, pinturas, monedas, etc.) y en prohibir citar su nombre. Previamente, en el antiguo Egipto, ya hacían desaparecer en casos muy específicos las inscripciones de algún faraón o faraona difunto. Esto, según su mitología, significaba que, además de afectar a su inmortalidad terrenal, podía hacer que se dañara su paso por el país de los muertos.
Hay numerosos ejemplos como estos a lo largo de toda la historia de la humanidad y hasta nuestros días. La propia Historia en sí acaba resultando inevitablemente una ciencia inexacta y relativa de la memoria, más aún cuando ésta depende del punto de vista de quienes la escriben.
Durante la Guerra Civil española las fosas comunes anónimas funcionaron también como una estrategia de ocultación de los hechos, miles de personas desaparecieron. En la actualidad aún faltan por recuperar muchos de los cuerpos de las fosas localizadas, en concreto de fallecidos del bando republicano, que durante la dictadura franquista no pudieron ser exhumados. Evidentemente, después de tantos años, por el estado de descomposición, está siendo un problema su identificación y registro para recordarlas justamente.
Hay numerosos ejemplos como estos a lo largo de toda la historia de la humanidad y hasta nuestros días. La propia Historia en sí acaba resultando inevitablemente una ciencia inexacta y relativa de la memoria, más aún cuando ésta depende del punto de vista de quienes la escriben.
Durante la Guerra Civil española las fosas comunes anónimas funcionaron también como una estrategia de ocultación de los hechos, miles de personas desaparecieron. En la actualidad aún faltan por recuperar muchos de los cuerpos de las fosas localizadas, en concreto de fallecidos del bando republicano, que durante la dictadura franquista no pudieron ser exhumados. Evidentemente, después de tantos años, por el estado de descomposición, está siendo un problema su identificación y registro para recordarlas justamente.
<< Los códigos fundamentales de una cultura – los que rigen su lenguaje, sus esquemas perceptivos, sus cambios, sus técnicas, sus valores, la jerarquía de sus prácticas – fijan de antemano para cada hombre los órdenes empíricos con los cuales tendrá algo que ver y dentro de los que se reconocerá. >>[2]
Basándonos en lo que dice Foucault, la cultura influye sobre nuestra percepción, sobre nuestra experiencia y, en consecuencia, sobre la idea que tenemos de nosotros mismos. Es por ello que conocer nuestro pasado nos ayuda a pensar nuestro presente y a desarrollar nuestro futuro. Con estas premisas se ha querido desarrollar el proyecto 8 Desconocidxs: una intervención escultórica llevada a cabo ex profeso para el Parque Cementerio de Málaga (Parcemasa). Está realizada con ocho estructuras de colchones cubiertas parcialmente de espuma de poliuretano. La pieza representa, de manera metafórica, el sentimiento y la idea de memoria histórica a través de su construcción arquitectónica, del apilamiento de los objetos recuperados y de la acción de reubicación en un sitio específico: el Jardín del Recuerdo de dicho cementerio.
El proyecto parte formalmente de la idea de tumba, panteón, basamento y pedestal mediante la acumulación en horizontal de ocho estructuras de colchones que generan una escultura de bulto, un único montículo aislado de “esqueletos” superpuestos. Los colchones (siete de ellos individuales y uno de matrimonio usado en la base), que en su día iban a ser abandonados a su suerte en algún vertedero de la ciudad, fueron guardados por la artista quien los ha trabajado y limpiado capa a capa hasta quedarse con los muelles originales.
Precisamente, ese anonimato de procedencia de los colchones acentúa la imagen poética de que los ocho estratos se conviertan indirectamente en una especie de fosa común invertida o en relieve, en una protuberancia o saliente de ocho historias que desconocemos. La relación pues que se genera con el objeto ´colchón´ pasa a tener un significado ambiguo.
Sus materiales, el hierro y la espuma de poliuretano (utilizada como aislante acústico y térmico en la construcción), pueden soportar la intemperie y sus oxidaciones forman parte del proceso de desgaste de la obra. La espuma de poliuretano está proyectada de forma que tapa la zona superior de la primera estructura de colchón y se derrama por los muelles hasta conectar con algunos de los fragmentos de la parte baja de la pieza. A modo de “vegetación”, la espuma parece que abraza, envuelve, esconde y hace callar.
Vista desde lejos destaca su color amarillento que levita a la sombra de los árboles y, sin embargo, el color amarronado de los muelles de hierro hace que la obra se camufle y se integre perfectamente con el espacio. Resulta entonces una sintonía de colores acorde con el bosque. Así, inicialmente la escultura puede provocar cierto extrañamiento, pero una vez de cerca se observa que descansa plácidamente sobre un lecho de hojas secas.
8 Desconocidxs es por lo tanto una manera de hablar, al unísono, sobre los desechos urbanos, la muerte y la construcción de una memoria histórica que era muda. Sobre cómo el olvido puede provocar la muerte o la muerte, junto con el paso del tiempo, puede provocar el olvido. La propuesta se convierte finalmente en una acción artística conceptual de re-contextualización conmemorativa, en un ritual performativo con connotaciones políticas apátridas idóneas para el lugar de destino…
El proyecto parte formalmente de la idea de tumba, panteón, basamento y pedestal mediante la acumulación en horizontal de ocho estructuras de colchones que generan una escultura de bulto, un único montículo aislado de “esqueletos” superpuestos. Los colchones (siete de ellos individuales y uno de matrimonio usado en la base), que en su día iban a ser abandonados a su suerte en algún vertedero de la ciudad, fueron guardados por la artista quien los ha trabajado y limpiado capa a capa hasta quedarse con los muelles originales.
Precisamente, ese anonimato de procedencia de los colchones acentúa la imagen poética de que los ocho estratos se conviertan indirectamente en una especie de fosa común invertida o en relieve, en una protuberancia o saliente de ocho historias que desconocemos. La relación pues que se genera con el objeto ´colchón´ pasa a tener un significado ambiguo.
Sus materiales, el hierro y la espuma de poliuretano (utilizada como aislante acústico y térmico en la construcción), pueden soportar la intemperie y sus oxidaciones forman parte del proceso de desgaste de la obra. La espuma de poliuretano está proyectada de forma que tapa la zona superior de la primera estructura de colchón y se derrama por los muelles hasta conectar con algunos de los fragmentos de la parte baja de la pieza. A modo de “vegetación”, la espuma parece que abraza, envuelve, esconde y hace callar.
Vista desde lejos destaca su color amarillento que levita a la sombra de los árboles y, sin embargo, el color amarronado de los muelles de hierro hace que la obra se camufle y se integre perfectamente con el espacio. Resulta entonces una sintonía de colores acorde con el bosque. Así, inicialmente la escultura puede provocar cierto extrañamiento, pero una vez de cerca se observa que descansa plácidamente sobre un lecho de hojas secas.
8 Desconocidxs es por lo tanto una manera de hablar, al unísono, sobre los desechos urbanos, la muerte y la construcción de una memoria histórica que era muda. Sobre cómo el olvido puede provocar la muerte o la muerte, junto con el paso del tiempo, puede provocar el olvido. La propuesta se convierte finalmente en una acción artística conceptual de re-contextualización conmemorativa, en un ritual performativo con connotaciones políticas apátridas idóneas para el lugar de destino…
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– ¿Pero entonces tengo que estar viendo una pila de muertos envueltos en plantas?
– No señora, usted no tiene que ver nada. Es una interpretación poética de la artista, una descripción subjetiva. La descripción objetiva de la idea sería poner los muertos directamente.
– Porque yo lo que veo son colchones de muelles con chorreones.
– Bueno sí, eso está muy bien. ¿Y qué más le sugiere?...
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– ¿Pero entonces tengo que estar viendo una pila de muertos envueltos en plantas?
– No señora, usted no tiene que ver nada. Es una interpretación poética de la artista, una descripción subjetiva. La descripción objetiva de la idea sería poner los muertos directamente.
– Porque yo lo que veo son colchones de muelles con chorreones.
– Bueno sí, eso está muy bien. ¿Y qué más le sugiere?...
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Es curioso cómo funciona el mundo de las interpretaciones y los sistemas de representaciones. A veces los artistas pueden aparentar creerse estar por encima de todo, otras, ir a la misma altura o, incluso, sentirse bastante por debajo. Lo mismo ocurre con los espectadores. Realmente no debería ser un asunto de “altura”, sino más bien de “amplitud”.
<< Los grupos humanos contemplamos realidades diferentes a la medida de nuestras posibilidades de sentirnos seguros en ellas. >>[3] Almudena Hernando nos comenta esto en su epílogo de Arqueología de la identidad y explica previamente: << Si el observador no es consciente de que él tiene una determinada manera de entender el mundo y las relaciones humanas, distinta a la que sostienen otros grupos humanos, creerá que el mundo es como él lo ve, de forma que trasladará esta convicción – es decir, su visión del mundo – a cualquier sociedad que estudie o a cualquier aspecto que intente analizar. >>[4] Igual que suele ocurrir en el campo de la Arqueología, podemos trasladar esta reflexión al ámbito del Arte. Sería como pedirnos salir de nuestra “zona de confort mental” para hacer el ejercicio tan saludable de colocarnos en otros “espacios” e intentar entender otros pensamientos, contextos y sensibilidades diferentes.
Por otro lado, hay casos en los que no se puede (o no se debe) explicar todo ni pretender comprenderlo todo, ya que puede llevar al reduccionismo. Como escribe el artista Eugenio Rivas acerca del pensamiento complejo de Edgar Morin: << Con el ánimo de ordenar, de entender, se ha mutilado la pluralidad de lo real para reducirla a lo inteligible. Un ánimo que lo mismo que nos ha ayudado a ver, nos ha vuelto ciegos: “Un pensamiento mutilante – afirma Morin – conduce, necesariamente, a acciones mutilantes.”>>[5] Parece entonces necesario aceptar que nuestros mundos también se rigen por sistemas indecibles, contradictorios y holísticos.
<< Los grupos humanos contemplamos realidades diferentes a la medida de nuestras posibilidades de sentirnos seguros en ellas. >>[3] Almudena Hernando nos comenta esto en su epílogo de Arqueología de la identidad y explica previamente: << Si el observador no es consciente de que él tiene una determinada manera de entender el mundo y las relaciones humanas, distinta a la que sostienen otros grupos humanos, creerá que el mundo es como él lo ve, de forma que trasladará esta convicción – es decir, su visión del mundo – a cualquier sociedad que estudie o a cualquier aspecto que intente analizar. >>[4] Igual que suele ocurrir en el campo de la Arqueología, podemos trasladar esta reflexión al ámbito del Arte. Sería como pedirnos salir de nuestra “zona de confort mental” para hacer el ejercicio tan saludable de colocarnos en otros “espacios” e intentar entender otros pensamientos, contextos y sensibilidades diferentes.
Por otro lado, hay casos en los que no se puede (o no se debe) explicar todo ni pretender comprenderlo todo, ya que puede llevar al reduccionismo. Como escribe el artista Eugenio Rivas acerca del pensamiento complejo de Edgar Morin: << Con el ánimo de ordenar, de entender, se ha mutilado la pluralidad de lo real para reducirla a lo inteligible. Un ánimo que lo mismo que nos ha ayudado a ver, nos ha vuelto ciegos: “Un pensamiento mutilante – afirma Morin – conduce, necesariamente, a acciones mutilantes.”>>[5] Parece entonces necesario aceptar que nuestros mundos también se rigen por sistemas indecibles, contradictorios y holísticos.
Anaís (Ana Isabel) Angulo Delgado.
[1] CASTRO SÁENZ, Alfonso. Damnatio memoriae: el modelo Dominicano un recorrido histórico-jurídico entre Tiberio y Trajano. Dialnet [en línea]. 2012 [fecha de consulta 19 agosto 2018]. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4103305
[2] FOUCAULT, Michel. Las palabras y las cosas: una arqueología de las ciencias humanas. Elsa Cecilia Frost (traducción). 4ª edición. Madrid: Siglo XXI, 2006. p. 5.
[3] HERNANDO, Almudena. Arqueología de la identidad. Madrid: Akal Arqueología, 2002. p. 213.
[4] Ibíd, p. 29.
[5] RIVAS HERENCIA, Eugenio. La complejidad de lo complejo. Eviterna [en línea]. 2017 [fecha de consulta 19 agosto 2018]. Disponible en: https://www.revistaeviterna.com/copia-de-sandra-medina-2
[2] FOUCAULT, Michel. Las palabras y las cosas: una arqueología de las ciencias humanas. Elsa Cecilia Frost (traducción). 4ª edición. Madrid: Siglo XXI, 2006. p. 5.
[3] HERNANDO, Almudena. Arqueología de la identidad. Madrid: Akal Arqueología, 2002. p. 213.
[4] Ibíd, p. 29.
[5] RIVAS HERENCIA, Eugenio. La complejidad de lo complejo. Eviterna [en línea]. 2017 [fecha de consulta 19 agosto 2018]. Disponible en: https://www.revistaeviterna.com/copia-de-sandra-medina-2
Repercusión en los medios:
Exposición ´Four reasons: el jardín y su doble¨en el Parque cementerio de Málaga
´Cuatro razones´para el Jardín del Recuerdo
Esculturas de vida en el cementerio. Artículo de Victoria Bustamante en el periódico Diario Sur de Málaga.
El Jardín del Recuerdo de Parcemasa acoge una exposición de cuatro creadoras malagueñas
Parque Cementerio de Málaga muestra una exposición de esculturas de cuatro artistas malagueñas
Exposición ´Four reasons: el jardín y su doble¨en el Parque cementerio de Málaga
´Cuatro razones´para el Jardín del Recuerdo
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